No siempre presenciar un espectáculo de una compañía con muchos años de trayectoria es garantía de gran calidad. En este caso sí lo es.

Sergio Mercurio trabaja hace muchos años con títeres y la manipulación de ellos, buscando e investigando formas, recorriendo muchos territorios, a lo largo del planeta.
En esta oportunidad nos presenta la historia de amistad entre Juanito y Juárez de una manera sensible y tierna.
Pero como usualmente, no me voy a detener en el texto, porque aquí me dedico a escribir acerca de los signos no lingüísticos y como los percibo en su aplicación en el objeto teatral. Dejo la sinopsis para otras notas donde se puede encontrar esa información fácilmente.
Mediante una buena ejecución en la manipulación de Juanito, así como en la voz particular que Sergio ha construido para él, presenciamos un inicio de obra atrapante. Aquí los mínimos tics, movimientos y gestos de Juanito evidencian el tiempo de trabajo de esta primera escena, donde es imposible admirar y vincularse con este dulce personaje. La iluminación en este primer pasaje es sencilla, pero suficiente, ya que cuando la ejecución escénica teatral es acertada, no hace falta otra cosa más que un espectador atento.
El diseño musical en esta escena, como a lo largo de la obra es muy destacable, se agradece y nos permite atravesar cada uno de los momentos, lapsus y recortes espacio-temporales que propone la dramaturgia escrita.

Se trata de una historia sencilla, pero no por eso simple. Sin embargo, hay dos elementos que se resienten en el aspecto espectacular.
Por un lado la cuestión rítmica del espectáculo. Es algo que suele suceder en obras donde el mismo artista actúa y se dirige (y así está indicado en la ficha técnica en este caso). La mirada desde afuera es necesaria, entre otras cosas, para verificar las diferentes variaciones en el pulso del espectáculo para evitar tramos monocordes a nivel de ritmo en largos trayectos del mismo. Aquí sucede algo de eso. Queda excusar al espectáculo si es que esto sucedió por el hecho de ser una función para prensa, y que luego de algunas funciones en este espacio se instale, para adquirir algunas variaciones de está índole para que no se resienta en este sentido la atención de los que observamos esa noche.
Por otro lado, la iluminación requiere una pequeña atención extra. Si bien es innegable la belleza de las retroproyecciones y el dibujo con las yerba mate, luego en el espectáculo el diseño de iluminación se restringe a iluminar y oscurecer para colaborar con el ocultamiento de los mecanismos de manipulación de los diferentes títeres/objetos. Teniendo objetos, historia, sonidos y proyecciones tan potentes, la luz queda relegada a un plano netamente funcional durante las escenas, cuando es seguro que podría proponer todo un relato poético que colabore artísticamente con la historia.
Sin dudas es un trabajo hecho con y por gente de oficio. Ternura y una gran historia bien contada.
Para finalizar, festejo al teatro y agradezco la invitación que me brindó esta compañía para compartir algunas palabras desde mi completa subjetividad y experiencia en esta función de martes 29 de abril de 2025.
Gustavo Insaurralde
Director Teatral – EMAD
Actor – Diseñador de Iluminación – Productor – Gestor Cultural
Co-Fundador «Experimento Escenario Teatro»
Ficha Técnica
de Sergio Mercurio.
Actúan: Sergio Mercurio (es el personaje de Juárez, manipula a Juanito (muñeco) y dibuja con yerba mate) Laura Pagés – amiga de Juanito (comparte la manipulación de Juanito y manipula palomas, realiza tramoya) Amanda Mercurio –actriz interpreta a Pepo, la amiga de Juanito (manipula gaviotas y palomas, realiza tramoya)
Música original: Juan Pablo Marcó.
Diseño de escenografía: Sergio Mercurio.
Diseño de luces: Wagner Correia.
Maquinaria: Cristiano Pitón.
Prensa: Correydile.
Diseño gráfico: Aurelio Váldez.
Fotografía: Pablo González.
Producción ejecutiva: Sergio Smientniaski.
Dirección: Sergio Mercurio